viernes, 26 de noviembre de 2010

Por ejemplo, decimos "un rojo muy saturado" cuando nos referimos a un rojo puro y rico. Pero cuando nos referimos a los tonos de un color que tiene algún valor de gris, los llamamos menos saturados. La saturación del color se dice que es más baja cuando se le añade su opuesto (llamado complementario) en el círculo cromático. 

Para desaturar un color sin que varíe su valor, hay que mezclarlo con un gris de blanco y negro de su mismo valor. Un color intenso como el azul perderá su saturación a medida que se le a
ñada blanco y se convierta en celeste.
Otra forma de saturar un color, es mezclarlo con su complementario, ya que produce su neutralización. Basándonos en estos conceptos podemos definir un color neutro como aquel en el cual no se percibe con claridad su saturación. La intensidad de un color está determinada por su carácter de claro u oscuro.
Esta vez ubicaremos en el centro nuestro matiz de partida, aumentando el nivel de saturación gradualmente hacia la derecha y  disminuyendo de forma igualmente gradual la saturación de este matiz hacia la izquierda.
El contraste por saturación viene determinado del juego entre el nivel de pureza o impurezas en el matiz; esto significa que cuanto mayor sea la diferencia entre los niveles de saturación de un mismo matiz mayor será el contraste.
La analogía por saturación viene determinada igualmente por el juego entre el nivel de pureza o impureza en el matiz; esto representa que cuanto menor sea la diferencia entre los niveles de saturación de un mismo matiz mayor será la analogía.
Como verán cada una de los atributos del color exhibe sus propias formas de contraste y analogía. Cada una de estas formas tiene sus respectivas aplicaciones en la visualización de información.
Cuando se satura se pierde el brillo, el color blanco quita saturación al igual que el agua, al perder brillo se considera que el color tiene debilidad.   

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